miércoles, 3 de enero de 2018
Estado de hibernación.
Te miro con tanta dulzura en este sinsentido,
porque no estás delante, ya no te veo, eres fotografía, eres recuerdo. Mi
corazón vive en estado de hibernación esperando que la primavera llegue a tu
memoria. Una caricia de tus manos que me diga que merece la pena abrir los
ojos. Soy la antítesis del personaje de aquel videoclip que caminaba sin
apartarse, a mí todos me derrumban. Me siento acurrucado una vez más en aquel
portal bajo la tormenta sin poder encontrarte, perdido, desorientado y
buscándote en cada rincón. Eras la cuerda a la que agarrarse en estas arenas
movedizas que es la vida y ahora siento que no te alcanzo, que poco a poco me
hundo, la esperanza me dice que aguante pero hay días que me gustaría sumergir
la cabeza y acabar ya. Sigues conversando conmigo en palabras que se dijeron
hace tiempo, y me angustia que tengan fecha de caducidad, que algún día ya no sirvan
y tú no estés a mi lado para darme nuevas lecciones a las que aferrarme. Actúo
con la seguridad de hacer lo correcto y el miedo de estar perdiéndote en mi
cobardía. Mi vida es una discusión continua con el espejo sin poder llegar a
las manos, sin que pueda evitar cortarme. Ahora mismo sólo espero que en alguno
de tus sueños que se pierden en el recuerdo de la noche, tú también sigas
abrazándome.
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