miércoles, 28 de marzo de 2018

No sé porqué.


     No sé porqué
      miro al cielo 
      buscándote 
      si yo no creo en nada, 
      sólo creía en ti, 
      sólo en los consejos 
      que me dabas.  

      No sé porqué 
      miro al suelo 
      cuando te echo de menos, 
      si tú nunca me dejabas 
      besarlo, 
      me azotabas con tus palabras 
      hasta hacerme levantar.

     Por eso miro al frente, 
     sonrío e intento 
     seguir tus pasos. 
     Como filosofía 
     pensar que te sentirías 
     orgulloso.

miércoles, 21 de marzo de 2018

Embarrarme.


      Quiero embarrarme, 
      que se noten mis cicatrices. 
      Que me duela el alma,  
      que mi cuerpo este fundido, 
      sentir calor y 
      sentir frío. 
      Llorar océanos, 
      reír a carcajadas, 
      haber hecho mil veces 
      que te brille la mirada. 
      Hacer el ridículo,
      bailar hasta no poder más, 
      bañarme desnudo… 
      decir no hay marcha atrás. 
      Notar tu aliento mientras 
      me estás acariciando…  
      agarrar las sábanas 
      mientras me estás matando.
      Verte sonreír, 
      verte fingir,  
      sentir que harías todo 
      por hacerme feliz.

Escaleras.


     Surcos que recorren mi espalda
      en un camino no reconocido… 
      y cómo iba a saber yo  
      que cambiarías mi biorritmo. 
     
      Lucha de palabras  
      que dicen todo lo contrario, 
      es pelear por fuera… 
      reírse por dentro, 
      es saber que no quiero 
      estar en otro lugar. 

      Es sentarse a esperar 
      en unas escaleras 
      con la esperanza de encontrarte…  
      es una noche más 
      sin poder besarte.

Mi ciudad favorita.

Y observo tu cuerpo desnudo
en mi cama
como el skyline
de la ciudad soñada,
en tus calles quiero morir,
trepar a tus montañas y
empaparme con el agua
de tus ríos.

No quiero que me quede
ningún rincón
por recorrer.

Porque todos los sonidos
son melodía,
le diste a tu ciudad
dos soles y
los colores eran increíbles,
tu luz me llena de
calor.

Ahora eres paraíso
del que no quiero ser
expulsado.

miércoles, 14 de marzo de 2018

Nuestro universo.

Aquel día decidimos encerrarnos,
por universo tres paredes,
un techo
y mis espejos.

Creamos los océanos
con nuestros besos y
caricias.

No necesitábamos un sol
porque nuestras miradas
brillaban más que la
estrella más grande,
y nos llenaba
de calor.

Buscábamos flores
entre nuestro pelo,
no hacían falta plantas...
porque quién quiere respirar
cuando puede gemir.

No tuvimos que tapar
nuestros cuerpos,
porque no creemos en
el pecado,
porque el abrazo de
nuestra desnudez
es la oración más hermosa
que se ha escrito.

No tuvimos que
morder la manzana,
cada centímetro de
nuestra piel nos alimentaba
el alma.

Y creamos la música
al primer orgasmo y
convertimos la risa
en el oxígeno
mas puro.

Y desde ese momento supe
que aunque necesitemos
salir de nuestro planeta,
aquello era el paraíso
prometido
y nunca seremos
expulsados.

martes, 13 de marzo de 2018

Camina conmigo.


    Cúrame el alma, 
    besa mis heridas, 
    abraza mis miedos hasta  
    hacerlos desaparecer. 
    Habla con mis fantasmas, 
    diles que no vuelvan, 
    que estarás siempre a mi lado 
    para defenderme. 
    Abrázame fuerte, 
    méteme dentro de ti, 
    allí donde las lágrimas ya 
    no me puedan encontrar. 
    Sé, existe… camina conmigo.

Mi religión.

Y yo que no creo en ningún Dios,
allí me vi de rodillas
adorándote.

Era un salmo sin letras,
pero mi lengua no
paraba.

Estaba ante mí tu templo,
catedral de catedrales,
y yo no dejaba de sentir
como pintaba la capilla sixtina
con mis dedos en tus paredes.

Sentí todos mis pecados
redimirse en tu hoguera,
tan dentro de ti,
que volví a creer.

Y ahora la fe
guía mis pasos,
y no me importa ser crucificado
para que nunca dejemos de
amarnos el uno al otro
como siempre hemos
soñado.


jueves, 8 de marzo de 2018

8 de marzo.

No es una sociedad
de héroes,
lo es
de heroínas,
que nos pusieron
alfombra roja,
que hicieron
todo más fácil,
que dejaron sudor
y lágrimas
para que nosotros
lo tuviéramos todo.
Que hacían un hogar,
que trabajaban fuera,
incansables 24 horas
para que tú
tranquilo durmieras.
Que no hay mundo
sin ellas,
que nos dieron la vida,
que todo lo que somos
es gracias a una
MUJER.
Que es tiempo
de apartarse y
cederles el poder.
Dejar que cambien
todo,
necesitamos igualdad,
los hombres hemos fallado,
hay que asumirlo
con humildad.
Por eso 8 de marzo
de este precioso año
que sea el principio
de un fin,
porque todos sabemos
que si ellas diseñan
el mundo
quedará perfecto.

miércoles, 7 de marzo de 2018

Benditos Sábados.

Llega otro sábado en esta ciudad de piedra, de letras antiguas y gargantas quemadas, que comen libros y beben madrugadas. Y nos juntamos los de siempre bajo un Manzano, que nos da de comer en platos, mientras no paramos de beber, reír y brindamos. El café viene en chupito, Luis es música, también su hermano, las risas son culpa de Ciri y nuestros ojos cada vez brillan más y continuamos. Tengo que trabajar, al menos eso pone mi contrato, bajamos todos a La Imprenta, los hígados comienzan a temblar, la música nos sale por las orejas mientras no dejamos de bailar. Porque dejarse llevar, sin poder vivir sin ti, me recuerda a aquella mujer de verde que hizo que mi realidad es que yo rompiera todas tus fotos y tú no dejaras de llamarme, aunque ojalá nada hubiera pasado y estuvieras aquí, pero nosotros no dejamos de sentir esa electricidad ni esa conexión, ya tendremos tiempo mañana para decir Malditos Domingos. Mientras le da el viento en su calva, Alberto no para de currar, yo sigo dando voces, vosotros no paráis de gritar. Suenan los últimos acordes de Brea, se van escondiendo los vampiros, recogemos como si no hubiera mañana...el Piper nos espera. Allí estará Langos, disfraces, luces y fantasía, creemos en los unicornios, nos subimos a la tarima, saca la mano de bailar Jose que esta noche no termina. En la cabina un colega, no deja de poner temazos, leche de Juan, tus rizos, un grito con los primeros acordes de nuestra canción, puede parecer una noche más, pero siempre es diferente, recordad que Salamanca siempre lleva el apellido de vuestra gente.

Adiós oscuridad.

Hoy quiero decir
cuando te conocí
estaba...
en un pozo.

Hoy quiero decir
cuando te vi
apareció ante mí...
una cuerda.

Aquella oscuridad
no pude ver más
ante tu rostro.

Hoy quiero insistir
en que tus besos
hacen de mí...
vida.

Hoy puedo morir
agarrado a tu mano,
se acabo el miedo...
aquel sábado.

Aquella oscuridad
no puedo ver más,
ni quiero.

martes, 6 de marzo de 2018

Maldito juego.

Desde que nací
pronto comprendí...
la pena.

Mi inocencia murió
en aquella habitación
solitaria.

Querías esconder
la muerte
con aquella gran
sonrisa.

Intentaste con
tu amor
que fuera un niño de
mi edad.

Pero en tu mirada
pronto supe leer
el dolor.

Ver que te nos ibas,
que había cuenta atrás
imparable.

Que jugabas a mentir
con tanta piedad
por protección.

Pero nací observador
y desde bien pequeño
lo sabías.

Muchas veces
dejábamos la partida,
para mirarnos
a los ojos y
empezar la despedida.

Por eso,
cuando te fuiste
no hicieron falta
palabras,
llevábamos una vida
preparando aquel momento,
con tus ojos me dijiste
te quiero,
con los míos contesté
lo siento.

viernes, 2 de marzo de 2018

Hachazo.

Rompiste el hilo
de un hachazo
sin contemplaciones
sólo por orgullo
por prejuicio
con un desconocimiento
absoluto
del dolor del otro.

Tú que eras experta
en el dolor de
mi risa
lo hiciste todo
pedazos.

Pisaste todo
lo construido,
como si no hubiera
importancia
en aquel castillo
de arena,
ni siquiera esperaste
al cambio de marea.

Con un huracán
de indiferencia fingida
apagaste cualquier sonido.

Y mientras yo
no dejaba de defender
tu naturaleza agitada,
tu decidiste matarme
con la peor de las
furias.

jueves, 1 de marzo de 2018

Imprevisto.

A veces
un eco
un instante
algo imprevisto,
como una sonrisa
después de las lágrimas,
como el arco iris
en la tormenta,
aparece
ve
mira
sonríe
y yo
me vuelvo a perder.

No más cuervos.

Aquella noche
se posó en mi ventana,
pero no era un
cuervo negro
era un colibrí
del color del arco iris.
Mi corazón
empezó a latir
con la misma rapidez
que el suyo,
se acompasaron
bajo el cruce
de nuestras miradas,
se convirtieron
en melodia mientras
nuestras sonrisas
se lanzaban una cuerda.
Y entonces me dijo...
Nunca más...
volverás a tener
MIEDO.