Y somos animales
de los que no beben agua,
de vaso pequeño,
garganta quemada.
Somos trovadores,
sin voz ni guitarra,
gritamos canciones de otros
a la madrugada.
Es otra noche,
otras miradas,
no dejamos de bailar
por si se acabara.
Porque somos mutantes
una especie rara,
que se sube a las mesas
y gritan al alba.
Le contamos las penas
a tristes miradas y
pedimos otra
que esto se acaba.
Es otra noche,
otras miradas,
no dejamos de bailar
por si se acabara.
Y al final de la noche,
en cualquier otra cama,
buscamos razones
para salvar nuestro alma.