No
soporto este silencio,
que estés dormida
en otra cama…
no poder entrar por tu
ventana.
Me mata saber
que tus labios
no me pertenecen…
que otro pueda
sentirlos,
que ya no pienses en mí
tantas veces.
Y arde por dentro
todo mi
deseo,
toda mi pena…
te sonrío con mis dientes
pero mis ojos son
mi condena.
Y quiero caminar
por tus pestañas,
recorrerte
con mis dedos…
quiero ser
el mayor de tus deseos.
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