Bucle.

Bucle.

Esta vez no repetido.

Parece lo mismo, 

no lo había vivido.

Duele más,

quema mas fuerte,

presumía de saber y…

ahora estoy jodido.

Consejos vacíos,

advertencias huecas,

no me dejáis soñar…

la pesadilla nunca ha sido mi meta.

Nací soñador,

moriré perdido,

pero no dejaré de hacerlo…

pera ahora no tiene sentido.

Comerse el mundo cuando odias ese plato.

Comerse el mundo cuando odias ese plato,

el vaso quema,

mis entrañas se están separando.

Duele el aire que respiro,

me pusieron pesas en los pies,

la cabeza un boomerang 

en una anarquía de pensamientos,

soy mi peor enemigo y

siempre sé mi localización.

Imposible escapar.

Tampoco quiero

ir a ningún sitio

que no sea donde tus ojos

reflejen los míos,

donde sienta tus latidos,

acelerarse,

impulsarnos,

follar hasta matarnos.

Quiero alejarme,

de ese lugar sombrío,

donde tus palabras cortan 

todas las cuerdas que nos ataban,

donde veo el precipicio

y sé lo dura que va a ser la caída.

Porque ahora que eres fotos,

palabras en la distancia

nadie puede entender

lo que te desean mis entrañas.

Ciudad de piedra.

Cómo ser recuerdo en esta ciudad,

si Salamanca es olvido,

si las noches borran horas

y las mañanas llevan gafas de sol.

Si duermes en tantas camas,

te cruzas con tantos ojos,

le sonríes a la luna y

te escondes del sol.

Serás siempre ciudad de piedra,

como los corazones

que nunca lloran con nuestras

canciones.

No te llaman por tu nombre,

sino por tu bar,

donde bebes tantas miradas,

tu resaca el qué dirán.

Por remedio,

otra botella,

por solución 

volver a cantar…

aquel tema antiguo 

que te hizo recordar.

Recordar que no eres único,

que en esta ciudad sólo uno más,

llena de almas gemelas,

que te buscan para brindar.

Serás siempre ciudad de piedra,

como los corazones 

que nunca lloran con nuestras

canciones.

Serás siempre ciudad de piedra,

y sé que me vas a olvidar,

pero seguiré gritando en tus calles,

esta noche…

no va a terminar.

Era broma...

No sé si "Starway to heaven" siempre fue mi canción porque buscaba un método de llegar a vosotros, un camino que me dijera que al final habitaba vuestra sonrisa, el fin del peor de los viajes.  Aunque a veces siento que la escalera es una cuerda, que me paso la vida trepando y no han sido pocos los resbalones. Seguramente muchos vientos los provocarais vosotros para alejarme.  Y aun así sé que el cielo es infinito, y que jugaríamos a un escondite de estrellas, a creer que creo. Quizás vosotros os fuisteis antes porque siempre lo tuvisteis claro mientras yo camino haciendo eses, dando pasos atrás cuando me encuentro con ciertas miradas. Atrapado entre esta sonrisa que vosotros me cedisteis y el dolor de un robo a mano armada del destino. Me crié con vuestras continuas bromas y ahora sólo espero que ésta haya sido vuestra obra maestra, y que al final de esa escalera de latidos, horas y lágrimas estéis esperando para reíros en mi cara.

El último chupito

No sé si era la primera noche del año,
o la última donde debería terminar,
mis risas se congelaron, putos recuerdos,
con aquella frase tú los mataste.

Gracias al dj,
al volumen de aquella canción,
a todo el alcohol,
nadie oía romperse mi corazón.

Gracias a aquella chica,
al movimento de sus caderas,
nadie se dio cuenta
lo que pasaba en mis ojeras.

Pudo ser el whisky irlandés,
pudo ser el último chupito,
todo del revés, se me cayó un mito.

Gracias a la sonrisa del camarero,
a que llevaba una de más
no visteis que no era brillo...
que eran lágrimas.

Y gracias a la oscuridad,
a las luces de la discoteca,
nadie pudo adivinar,
que se acababa una época.

Pudo ser el whisky irlandés,
pudo ser el último chupito,
todo del revés, se ma cayó un mito.

Pudo ser el hielo,
que le sobraba a aquel vaso,
que no te volveré...
a hacer caso.