viernes, 26 de octubre de 2018

Comerse el mundo cuando odias ese plato.

Comerse el mundo cuando odias ese plato,
el vaso quema,
mis entrañas se están separando.

Duele el aire que respiro,
me pusieron pesas en los pies,
la cabeza un boomerang 
en una anarquía de pensamientos,
soy mi peor enemigo y
siempre sé mi localización.

Imposible escapar.

Tampoco quiero
ir a ningún sitio
que no sea donde tus ojos
reflejen los míos,
donde sienta tus latidos,
acelerarse,
impulsarnos,
follar hasta matarnos.

Quiero alejarme,
de ese lugar sombrío,
donde tus palabras cortan 
todas las cuerdas que nos ataban,
donde veo el precipicio
y sé lo dura que va a ser la caída.

Porque ahora que eres fotos,
palabras en la distancia
nadie puede entender
lo que te desean mis entrañas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario