Al principio pensé que era un mal sueño, ahora sé que es una
pesadilla. Ya no sirve mirar debajo de la cama, taparse con la sábana es
tontería; no tengo donde escapar…los cuentos ya no me dejan elegir mi propia
aventura. La piedra en el camino me golpeó en la cabeza y se desangró mi
corazón. Encontré al silencio creando una pared de espejos, detrás la
nada…delante el reflejo del yo que nunca he querido ser. Resbalé con mis
lágrimas y quedé tendido mirando al cielo, dónde están las formas de las nubes?
Dónde aquella luna a la que le aullaba? Ahora soy la brisa que casi nadie
siente, la enigmática sonrisa de aquel cuadro que nadie entiende…falsedad con
mayúsculas. El chico que se mató en aquella curva de tu cintura. Soy unos
labios secos en el desierto de tu indiferencia, una espalda sin tacto, los ojos
de los que se reía el Lazarillo de Tormes. Me convertí en un TE QUIERO en el
espacio exterior, siento que miro el concierto detrás de la columna más grande
del teatro, todos mis sentidos igual de sanos que de inútiles. Bufón en la corte
de tus conquistas, trauma que borraste de tu recuerdo, el billete que rompiste
al llegar a tu destino. Y ahora que soy una estatua de hielo, sólo te pido que
te conviertas en sol para que sea tu rostro lo último que vea antes de convertirme en agua y confundirme con el resto del mar de gente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario