Y de repente apareces,
en forma de espejo
de idea reflejada,
de lengua sincera,
y con ese brillo
en la mirada.
Yo me agarro a tu mano
de nuevo tacto
y larga memoria.
Pareces nueva y
a la vez
llevabas conmigo
toda la vida.
Ya no nos asusta
el silencio
ni el desvelo de
nuestras palabras.
Y que importa
un mes
o el resto de nuestras vidas.
Si ya somos
recuerdo eterno,
si surgimos de la risa
si nos acompaña
la fuerza.
Jugamos con el miedo
al escondite
seguros de nuestra victoria,
nadie puede encontrarnos
en el cruce de
nuestras miradas.
Nadie puede oír
nuestros gritos
mientras follamos,
hay sonidos
para los que no
estáis preparados.
Porque con nuestros silencios
arreglamos el mundo,
porque con ellos viajamos
a cien paraísos.
Cambiamos
la medida del tiempo
que coge aviones
entres nuestros brazos
y se convierte
en anciano de bastón
en tu ausencia.
Pero nos seguimos
riendo de todo,
del miedo,
la distancia y
lo esperado.
Porque ambos sabemos
que la vida
siempre tiene un plan
pero nosotros
un refugio.
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