Mi
mente explota en mil batallas,
mucho antes de nacer,
mucho antes de saber que
venía,
todo se había conjurado para esa guerra.
En la que la bandera blanca
estaba en mi bolsillo,
pero no pensaba desfallecer.
Y así sin fusil,
sólo con
un tambor
me lancé a la batalla
pensando en ti...
mi amor.
Al final todo eran
heridas,
me estaba desangrando,
al final la vida se me iba y
no me estaban
matando.
Pero mi música
nunca dejó de sonar,
era una canción eterna
nombrando
tu nombre…
mientras caía rendido…
pensé…
al final me responde.
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