miércoles, 22 de febrero de 2017

Todos los miedos


Y al final todas aquellas poesías de adolescente, de rima fácil, de llorarle al mundo por cosas que no entendía, por hablarle a un amor que se expresaba en otro idioma… ahora les pongo tu nombre.  Tú haces que no me sienta imbécil, cuando lo soy con mayúsculas y tú no dejas de llamármelo. Tú haces que yo que dije que había matado todos mis miedos, después de aquella mañana que mi teléfono sonó por segunda vez para hacerme volver a nacer… ahora siento pánico de tu ausencia.  Yo que nací tres veces, ahora le pido a la vida una cuarta oportunidad, para redimirme…para que me acompañes en el viaje hacia mi último latido. Sólo deseo ese mundo que nos asusta con coincidencias, que se para cuando nos metemos en la cama…que se mira a los ojos y grita en la madrugada.  Y me ato a los mechones de tu pelo esperando que no los desenredes, que aceptes todos los cafés por la mañana… que esa mirada no deje de brillar.  Ruego porque el tiempo sin ti cada vez sea más corto, no tener que contarte mis sueños en la distancia,  tus manos en mi pelo sean los que me despierten en la mañana.

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