martes, 3 de enero de 2017

Bendita soledad


Qué fue de nuestra soledad, me preguntas entre el gentío. La tuya no sé, la mía sigue haciendo de manta cuando tengo más frío. Es silencio cuando no soporto el ruido, y ya no lloran mis ojos como cuando estaba contigo. No me preguntes por mi soledad, bendito castigo, cuando tu compañía fue mi hastío. Ella no hace esperar ni reprocha el cariño, ella siempre está ahí a pesar de su destino. Saber que en cualquier momento este cerebro cansino volverá a las andadas y cambiará su devoción por otro desatino. Pobre soledad, que nacemos contigo, para pasarnos toda la vida maldiciendo tu nombre. Años de locura y desorientación para acabar juntos en la misma habitación. Viste mi primer aliento y lo verás terminar, a pesar de todo nunca te he dejado de fallar. De buscar en  ojos perdidos la misma soledad sabiendo que tú eres la mía la que nunca me fallará.

@azaustre

No hay comentarios:

Publicar un comentario